La Virgen María ha sido motivo recurrente desde hace dos mil años en el mundo del arte, como símbolo primario de una maternidad excepcional que irradia juventud, ternura y compasión. Los artistas, que siempre han encontrado en ella una fuente inagotable de inspiración, han venido utilizando la imagen de la Virgen María para ofrecernos un reflejo de nuestros propios sufrimientos y de nuestras alegr...