Mariano Moreno tiene la rara cualidad de ser alabado o atacado por ideas que nunca sostuvo y propuestas que nunca formuló. La imagen de un Moreno liberal, unitario o "porteñista", por la cual la historia oficial lo llevó al bronce de las estatuas y buena parte del revisionismo lo denostó, muy poco tiene que ver con el hombre que, a sus 31 años, se convirtió en secretario de la Primera Junta y, en ...