La atracción por los desiertos se remonta a los comienzos de la existencia humana. En sus arenas, sus resecas piedras, sus profundas entrañas, se esconden civilizaciones perdidas, ciudades, pirámides y hasta ejércitos desaparecidos. Desde el siglo XIX, el espíritu de aventura y las ansias de descubrimiento llevarán a hombres y mujeres de probada osadía a explorar los territorios vacíos del planeta...