Año 1953. En «Camino de Piedras», un pueblo de Badajoz, a 23 kilómetros de Zafra. El asesinato del patriarca de una acaudalada y arraigada familia de Extremadura desvela las miserias y secretos inconfesables de una estirpe, arropada durante generaciones por la moral y la religión católica. El comisario D. Casto, un sexagenario policía, cercano a la jubilación y su ayudante, el joven inspector Guil...