La Tarara se encomienda a san Federico (García Lorca) y a san Pedro (Almodóvar) para ser bendecida por el lirismo surrealista de uno y la pasión tecnicolor del otro. Esta es la historia –con aliento de thriller– de una mujer que nació hombre, de una hija sin madre y de una madre sin hija.
En el casco antiguo del Alicante de los años sesenta, donde trabajan las prostitutas que retratara con ojos a...