Criada por una modesta familia de inmigrantes chinos, para Ivy no ha sido fácil adaptarse a la secundaria privada en Boston donde está inscrita solo porque su padre trabaja ahí como informático. Sus rasgos orientales y un aire demasiado infantil contrastan con los de sus rubias y esbeltas compañeras. De su abuela aprende, sin embargo, a valerse de ese aspecto inocente para hurtar artículos en tien...