Había sido una semana convulsa para el gobierno: las numerosas evasiones de los estudiantes secundarios al Metro hicieron que la ciudad fuera poco a poco colapsando. Sin embargo, el viernes 18 de octubre las cosas escalaron a un punto de no retorno; la capital completa –primero– y el país –después– salió a las calles expresando con rabia aquello que parecía escondido, pero también a la vista de to...