Con apenas 20 años, un joven Manuel Azaña alcanzaría el grado de doctor con esta memoria de sugerente título, La responsabilidad de las multitudes, que anticipaba con extraña clarividencia el futuro mismo del gobernante y estadista. Quien desde el poder tendría que hacer frente, en más de una ocasión, al actuar indómito de las multitudes, consagró a éstas su trabajo seminal en el campo del Derecho...