En 1945, con apenas catorce años, Antonio Gamoneda entra a trabajar como meritorio en el Banco Mercantil de León. De la noche a la mañana deja atrás su infancia y sus estudios para ganarse el sustento y contribuir a la economía familiar. Su ingreso prematuro en la edad adulta le permite conocer de primera mano la realidad laboral de la posguerra en el ambiente rancio de una ciudad de provincias do...