Mientras trabajaba como captadora de fondos para Save the Children, Clare Mulley se encontró una nota escrita ochenta años antes por Eglantyne Jebb, la fundadora de la organización. Ésta decía: «No es que el mundo sea egoísta, es que le falta imaginación, y está muy ocupado». Desde entonces, se sintió fascinada por su figura y su historia: la de una mujer poco convencional a la que no le gustaban ...