
La muchacha de los ojos de oro
"—Querido —dijo ella—, sácame de aquí esta misma noche. Méteme en algún sitio en donde no puedan decir al verme: "Esta es Paquita"; en donde nadie conteste: "Hay aquí una muchacha de ojos dorados y pelo largo". En ese sitio te daré cuantos placeres desees recibir de mí. Luego, cuando ya no me ames, no diré nada y no deberás sentir remordimiento alguno si me abandonas, pues un día pasado a tu lado,...
"—Querido —dijo ella—, sácame de aquí esta misma noche. Méteme en algún sitio en donde no puedan decir al verme: "Esta es Paquita"; en donde nadie conteste: "Hay aquí una muchacha de ojos dorados y pelo largo". En ese sitio te daré cuantos placeres desees recibir de mí. Luego, cuando ya no me ames, no diré nada y no deberás sentir remordimiento alguno si me abandonas, pues un día pasado a tu lado,...
