«No importa cuántas veces penetre uno en este libro; al final siempre se pregunta lo mismo: ¿Cómo lo ha hecho? Y es que se trata de una novela sin forro. Quiero decir con ello que le das la vuelta y es exactamente igual por un lado que por otro: ni siquiera es fácil advertir, una vez colocada del revés, esa fina cicatriz que en los calcetines delata si se encuentran de uno u otro lado. No hay form...