Como decía D’Israeli, la política es el «arte de gobernar a la humanidad mediante el engaño».En efecto, el espacio de lo político se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresía y la simulación.Y, sin embargo, los políticos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ¿Para qué hacerlo si es posible engañar por otros medios? Entre éstos el más eficaz ...