La muerte transita por los quince cuentos que componen La mano muerta y otros relatos de azúcar y fuego, silenciosa, casi fantasmal. A veces solo es el recuerdo de una persona fallecida; en otras ocasiones está vestida de diablo o viene acompañada de la crueldad de una guerra, de cuatro metros y medio de ola o del poder de aquellos que se olvidan de tierras lejanas, de calles de ciento veintitrés ...