El pasado alimenta el presente y condiciona el futuro. La huella de los hechos es imborrable.
Haarlem, Países Bajos, año 1633. Arnulf, un joven indigente, asesina a sangre fría al matrimonio Van der Riveren para robarles. De fondo, la opulenta sociedad neerlandesa vive su Siglo de Oro, liderando el boyante mercado de los tulipanes.
Cuatro siglos después, en Madrid, el inspector Barrios investiga ...