Vivir es elegir, y elegir es jerarquizar. En esa encrucijada vital, ¿en quién depositamos nuestra confianza, en la lógica de la razón o en la sabiduría del corazón? En una síntesis feliz, ¿una razón sensible se deja guiar por un corazón inteligente y lógico? Corazón y razón, en ese orden, deberían protagonizar el oficio de dirigir y la aventura de vivir.
¿Hay armonía en los valores de nuestra empr...