Ninguna enfermedad existe hasta que no se percibe, se nombra y se define. La locura, la transgresión por excelencia, no es una excepción. A lo largo de la historia siempre se ha explicado en función de las creencias, las normas y las ideas dominantes en cada tipo de sociedad; es decir, es la colectividad la que fabrica su significado, la que determina qué conductas son “cuerdas” y cuáles no. Se cr...