En 1900, Alemania era considerada una de las naciones más progresistas, dinámicas y admirables del mundo. De una incesante creatividad, encarnaba el motor de las grandes reformas sociales y vanguardia en la formación del Estado de bienestar. Cultural y políticamente, era el único rival en Europa de Estados Unidos. Hasta la llegada de los nazis. Cómo —en pocos años— esta nación, guiada por Hitler y...