La ley del sentimiento: "No tenía obligaciones y entendía perfectamente sus deberes. Nadie le coartaba ni nadie le acomplejaba.
No tenía pensado casarse y en cambio sí pensaba (como ya venía haciendo desde que llegó a la pubertad) amar a todas las mujeres bellas que merecieran la pena ser amadas y que estuvieran dispuestas a vivir una aventura sin comprometerse a más.
Estupendo.
Le gustaba el m...