Difícil imaginar un mánager más vil, un embustero más histriónico, un creador de artistas más talentoso.
Siniestro y con una crueldad sin límites, pero a la vez, con una visión empresarial capaz de producir al mayor ídolo de la música hispana, desde niño Luisito Rey atravesó el mundo persiguiendo la fama que nunca alcanzó. Sin embargo, una segunda oportunidad aparecería en su vida: su hijo, Luis M...