Practicar la gimnasia zen es desarrollar la energía, la elasticidad, la fuerza y el equilibrio. Su trabajo sobre la posición y los ejes naturales del cuerpo la convierte en una «gimnasia de larga vida». Su práctica va más allá de las simples fronteras de la física, ya que su objetivo es adquirir el control del cuerpo reforzando el espíritu. El autor, que ha perfeccionado esta técnica en Occidente ...