«La novela demuestra sobradamente su merecida pertenencia a la narrativa inglesa decimonónica. José María Guelbenzu, Babelia, El País.
La formación de una marquesa (1901) está vista a través de los ojos de una narradora que, al contrario que su protagonista, no cree en los cuentos de hadas y analiza mordazmente tanto sus sueños como sus pesadillas. El resultado es una novela tensa, sorprendente, «...
«La novela demuestra sobradamente su merecida pertenencia a la narrativa inglesa decimonónica. José María Guelbenzu, Babelia, El País.
La formación de una marquesa (1901) está vista a través de los ojos de una narradora que, al contrario que su protagonista, no cree en los cuentos de hadas y analiza mordazmente tanto sus sueños como sus pesadillas. El resultado es una novela tensa, sorprendente, «...