Cuando Ludo Jensen asumió el cargo de lugarteniente tras la indisposición de Tomur, el Rey Impuesto, no imaginó que dos elfos estarían a punto de presentarse en la capital de Aridia después de más de treinta años. Mucho menos que Endanur, el mayor, quedaría maravillado por la terrible situación en la que se encontraban debido a los estragos ocasionados por la Plaga de Tamara, hija del ya moribundo...