La extraordinaria vitalidad que el judaísmo hispánico había llegado a poseer entre los siglos XI y XV se vio truncada el 31 de marzo de 1492. Ese día, Los Reyes Católicos firmaron la prohibición de la práctica de la religión hebrea; o los judíos se bautizaban integrándose en el Reino o estaban obligados a abandonar el territorio. Se sostiene a menudo que la expulsión fue una muestra de la barbarie...