Es el 21 de octubre de 2002. Pablo Epstein ha llegado al Geriátrico Horizonte para pasar el Día de la Madre junto a la suya. Se quedará hasta que se haga de noche y ella se duerma. En ese momento, Pablo ya lo decidió, va a matarla.
Este es un largo adiós en el que Pablo, con un monólogo descarnado que ocupa toda la novela, intenta poner fin a la relación agobiante que los une desde siempre. Pero...