Durante la segunda mitad del siglo X, el califato de Córdoba se convirtió en la mayor potencia política y cultural de Occidente. Lugar de visita de embajadas y comerciantes llegados desde todos los confines del Mediterráneo, al-Andalus conoció un gran esplendor reflejado en el florecimiento de las artes y las letras. El cénit de esa supremacía se produjo en tiempos del califa al-Hakam II (961-976)...