La pregunta no sería: ¿quién quiso matar al rey Fernando?, sino: ¿acaso había alguien en la corte que no tuviera motivos para hacerlo?
Un año decisivo: 1492. Dos ciudades singulares: Granada y Barcelona.
Tres mujeres extraordinarias: Beatriz Galindo, dama de la reina; Catalina de Dalt, una noble ambiciosa y sin escrúpulos; y Sara Dertosa, una joven judía con un destino incierto.
Ellas son las na...