Es evidente que vivimos inmersos en un momento histórico caracterizado por un preocupante declive de los recursos ecológicos. Ello supone el sentir generalizado de escasez de estos recursos y, además, el que se requiera con urgencia congregar esfuerzos decisivos y constantes para su renovación y preservación; so pena de alcanzar extremos tan previsibles en la era actual, como el deterioro del agua...