Un grupo de ciudadanos, vecinos de la localidad costera de Guadelmar, personas normales —como cualquiera de nosotros—, hartos de los crímenes de la ETA y de la inoperancia de los jueces frente al terrorismo y, según ellos, en posesión del derecho a la legítima defensa, deciden capturar por su cuenta a un peligroso miembro de la banda. Gracias a la conexión facilitada por la hermana de uno de los i...