La cautiva:
"—¿No puedo conocer en secreto tus pensamientos?
—Ya te he dicho que he de madurarlos en mi cerebro —se dirigió a la puerta—. Disponlo todo para ir a buscar a Kelly a París. Puedes estar de regreso a mediados de semana.
—Oye, Jack... He visto nacer a la niña, he visto morir a sus padres. La he criado yo, como tú sabes, y la niña me tiene cariño.
—¡Y a mí qué me importa t...