"En el fondo la vida debería ser la celebración de una fiesta. Debería ser probada, y no únicamente en el gran trance sino en las cosas mínimas que de pronto lo alegraban: El grano de pimienta en la comida, la astilla de canela en un gran postre, el bizcocho revestido con azúcar fina, la mistela de los sábados o las confituras de guayaba y cidra que le traía Zoraida a Gabriela, la panelilla de...