Gonzalo Guillén tiene la valentía de los grandes reporteros de investigación.
«Caminé, volé y navegué todo el país cargando mi máquina de escribir portátil Olivetti, el diccionario Larousse Ilustrado de un kilogramo de peso (el Google de ese tiempo), mis mayores esperanzas, media resma de cuartillas y un par de hojas de papel carbón para conservar copias de los escritos que tecleaba a la sombra ...