“Si el mundo se basa en el equilibrio y por tanto tiene que haber bondad y maldad por partes iguales, entonces ¿por qué escoger ser bueno? Las personas buenas no reciben premio por serlo, sino que además les ocurren cosas terribles. Es mejor, por tanto, ser malo, gozar por el placer ya que otros no van a sacrificar el suyo por ti”. Con esta máxima, el Marqués de Sade nos presenta a dos hermanas qu...