
Judas
A un mal perro, a un perro que muerde, hay que meterlo en una jaula.
O sacrificarlo.
Willem Holleeder es uno de los criminales más celebres de Europa. Obtuvo cierta notoriedad al secuestrar, en 1983, al presidente de la cervecera Heineken.
Durante décadas ha manejado a sus parientes como si fueran un apéndice más de sus negocios mafiosos, llegando a amenazarlos de muerte si se atrevían a traicion...
A un mal perro, a un perro que muerde, hay que meterlo en una jaula.
O sacrificarlo.
Willem Holleeder es uno de los criminales más celebres de Europa. Obtuvo cierta notoriedad al secuestrar, en 1983, al presidente de la cervecera Heineken.
Durante décadas ha manejado a sus parientes como si fueran un apéndice más de sus negocios mafiosos, llegando a amenazarlos de muerte si se atrevían a traicion...