La obra del pintor Jorge Oramas (1911-1935) llama enseguida la atención por su extraña pureza, que configura un mundo pictórico al mismo tiempo enigmático y preciso. Ya se trate de paisajes rurales o urbanos, ya de retratos o de bodegones, sus cuadros aparecen definidos por una rara economía y simplicidad, por un espíritu geométrico alzado sobre "un silencio y apacibilidad casi quietistas", como a...