Jerusalén es, a la vez, la capital de un poder político, objetivo de mil batallas, conquistas y destrucciones a lo largo de los siglos, y la ciudad santa de tres religiones: el lugar destinado a ser el escenario del Juicio Final profetizado por el Apocalipsis. Simon Sebag Montefiore ha logrado el prodigio de evocar en estas páginas sus tres mil años de historia, contados a través de las vidas de q...