Sagrada para judíos, musulmanes y cristianos, la Ciudad Vieja de Jerusalén es un auténtico imán espiritual. Los peregrinos acuden en masa a la ciudad amurallada para rezar en lugares relacionados con su fe. Las campanas de las iglesias, las llamadas a la oración desde las mezquitas y el shofar (cuerno de carnero) judío crean una melodía cautivadora aunque no demasiado armoniosa. El olor del incien...