Israel existe porque existe el pueblo judío. Y el pueblo judío existe porque existe el Libro. Sobre este razonamiento simple se engarza la historia. La sociedad israelí aún no ha decidido si su país es el resultado de una promesa divina o de una votación ajustadísima en la ONU, si prefiere decantarse hacia el laicismo indiferente de Tel Aviv o hacia el fervor religioso de Jerusalén. Un conflicto e...