Las fiestas en honor de la Diosa de la Sal inundan de entusiasmo la capital tenochca mientras Moctezuma recibe jubiloso la noticia del nacimiento de su hija Tecuichpo. La joven princesa vive tiempos felices hasta que los funestos presagios avistados en sueños por su padre se hacen realidad: el monarca reconoce en el ejército dirigido por Hernán Cortés a los dioses dispuestos a aniquilar su imperio...