Belfast es en muchos aspectos una ciudad totalmente nueva. En el pasado los viajeros la evitaban, preocupados por el conflicto de Irlanda del Norte y la violencia. Pero en años recientes ha logrado una transformación extraordinaria y ha pasado de asociarse con las bombas y las balas a ser una ciudad fiestera con hoteles de moda. Los viejos astilleros del Lagan van dando paso a los pisos de lujo de...