Irene tienta al misántropo:
"—Cuando te pedí que fueras militar como lo han sido todos tus antepasados, como lo soy yo, que me siento orgulloso de pertenecer a ese glorioso Cuerpo, has reído desdeñoso eligiendo esa maldita astronomía, donde creías hallar una fuente inagotable de sorpresas —dijo furioso, sacudiendo el cuerpo atlético, que para su desesperación permanecía como siempre, tieso e indi...