Aunque lo habitual es planear la estancia en Irán en torno a los tesoros de la rica historia del país (Isfahán, Shiraz, Yazd), al sureste, el golfo Pérsico es igual de meritorio. Aquí se pueden explorar las magnéticas islas de Kish, Qeshm y Ormuz, facilísimas de combinar y muy distintas entre sí. Mientras que Kish es descaradamente glamurosa, Qeshm y Ormuz presentan una alentadora falta de desarro...