La práctica del viaje astral —es decir, salir fuera del propio cuerpo físico—, que se remonta a los antiguos ritos iniciáticos, abre una vía al conocimiento para acceder a una gran fuerza interior.
Todavía hoy las salidas fuera del cuerpo físico suponen experiencias de desdoblamiento fuera de lo normal. Estas pueden proporcionar una gran plenitud a aquellos que las practican; sin embargo, conviene...