Así comienza: "De niño conocí el olor de la muerte".
Y así (lógicamente) termina: "Continuará…".
E n el medio, cuatrocientas páginas de memorias cuyo etiquetado frontal debiera advertir: altas en emoción, agudísimas en cultura pop, refinadas, bestiales, amorosas, explícitas. Fito Páez pasó el encierro pandémico recordando y escribiendo, repasando y puliendo episodios, ajustando cuentas y desa...