EL MANIFIESTO FEMINISTA QUE UN HOMBRE QUISO CENSURAR EN FRANCIA (Y NO PUDO).
Las mujeres, especialmente las feministas, han sido acusadas durante mucho tiempo de odiar a los hombres. El instinto, claro, les pide negarlo a toda costa; al fin y al cabo, muchas mujeres fueron condenadas a la hoguera por menos.
Pero ¿y si desconfiar de los hombres, que no nos gusten —y sí, tal vez incluso odiarlos—, e...