La mitología era poética y florida. La medicina, primitiva, religiosa y desesperada. La razón, elusiva. El miedo, permanente. Leyendo a Monteverde pareciera que la humanidad no puede salir de la barbarie. Y ahí, en medio de historias barrocas, que tienen hilos y noticias que las conectan a lo largo de la historia del género humano, brilla de repente la épica de la medicina. Estamos ante un texto a...