«Se dirigieron hacia la playa para observar de nuevo la zona donde apareció la mujer. Era una escena totalmente diferente; el mar estaba vivo, cambiaba por momentos. Tomás volvió a sorprenderse, esta vez para bien. La playa estaba preciosa, nada que ver con la última vez. Parecía otro lugar. Ese día estaba radiante de luz, de alegría y de vida. La última vez que estuvo allí solo encontró oscuridad...