Esta, mi historia, es un recordatorio de que el tiempo es fortuito, es un tributo al inmigrante, un canto al diente de león...
El 23 de agosto de 1939, mientras los líderes de la Unión Soviética y de la Alemania Nazi se reunían en secreto para firmar un tratado y repartirse lo que no les pertenecía, Frania de 16 años, corría hacia su casa ubicada en un pequeño pueblito de Polonia.
¿Quién le iba...
Esta, mi historia, es un recordatorio de que el tiempo es fortuito, es un tributo al inmigrante, un canto al diente de león...
El 23 de agosto de 1939, mientras los líderes de la Unión Soviética y de la Alemania Nazi se reunían en secreto para firmar un tratado y repartirse lo que no les pertenecía, Frania de 16 años, corría hacia su casa ubicada en un pequeño pueblito de Polonia.
¿Quién le iba...