Un desternillante noir rural ambientado en un pueblo de los Pirineos. La novela que consolidó a Albert Villaró como narrador.
Nunca pasa nada en Llobarca, un minúsculo pueblo de montaña cercano a la frontera con Somorra. Tomàs cuida de sus vacas, de su tío silencioso, de su novia formal, sorteando como puede el colapso de un microcosmos condenado a la desaparición. Nunca pasa nada, hasta que pasa ...