Las vicisitudes que afrontan quienes quieren rebelarse contra la
genética relatado en primera persona y con un humor inteligente y
mordaz.
Tengo casi treinta años, soy gordo y me dicen Pochoclo. Las publicidades
de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca
seré. Ni las largas sesiones de gimnasio, ni las dietas más
estrafalarias, ni siquiera una racha atroz de negativas a ...
Las vicisitudes que afrontan quienes quieren rebelarse contra la
genética relatado en primera persona y con un humor inteligente y
mordaz.
Tengo casi treinta años, soy gordo y me dicen Pochoclo. Las publicidades
de hombres con abdominales marcados son una demostración de lo que nunca
seré. Ni las largas sesiones de gimnasio, ni las dietas más
estrafalarias, ni siquiera una racha atroz de negativas a ...